Embarazos no deseados en perras ¿que podemos hacer?

Siempre es preferible la interrupción de la gestación que el abandono de los perros.

Con la llegada de la primavera empieza la época de reproducción de numerosas especies, incluidos nuestros perros.

Las perras tienen habitualmente dos ciclos al año, en primavera y en otoño. Muchos propietarios, conscientes de los inconvenientes que el celo acarrea, toman medidas con antelación para que sus perras no entren en celo, mediante la aplicación de un tratamiento anticonceptivo o esterilizándolas.

Pero no son pocos los casos en los que los dueños optan por dejar a sus perras tener el celo, controlándolas en sus paseos para que no puedan cruzarse con otros perros. Por desgracia, el instinto reproductor de la especie es tan potente que suelen encontrar el momento para escaparse y volver a casa preñadas. Unas veces por que no sabemos con que perro se ha cruzado y otras por que no sabremos que hacer con los cachorros una vez nazcan, es corriente la consulta al veterinario sobre la posibilidad de hacer abortar a la perra.

Es mejor hacer abortar al animal que dejarle finalizar el embarazo para matar los cachorros una vez hayan nacido, o incluso, como hace alguna gente, dejar que la perra los críe y amamante para que no tenga problemas y regalarlos o abandonarlos después. El abandono de animales en la vía pública es un acto cruel y constituye un problema sanitario y social, ya que pueden incluso provocar accidentes de circulación con peligro para la vida de las personas.

¿Qué alternativas tenemos una vez que nuestra perra ha sido cubierta por otro perro, o creemos que puede haber sido así, aunque no estemos seguros, para evitar la continuación del embarazo?

Existen dos métodos diferentes. Si lo que queremos es no volver a tener este problema y estamos seguros de no querer que nuestra perra críe en el futuro, se puede esterilizar esta una vez que se ha acabado el celo. Puesto que el embarazo está en sus inicios, la operación será como cualquier otra esterilización de rutina.

Si deseamos preservar su capacidad reproductora, también tenemos dos alternativas: Si nos consta que ha sido cubierta, se le puede provocar un nuevo celo, con lo que se evitará la implantación de los embriones, mediante la aplicación de estrógenos. Estos se aplican entre cinco y ocho días después de la cubrición indeseada. La perra volverá a entrar en celo entre una y cuatro semanas después del tratamiento. Huelga decir que el propietario deberá estar atento para que no se vuelva a reproducir el problema con un nuevo embarazo.

Si la perra se ha escapado y no sabemos si ha sido cubierta o no, podemos esperar hasta el día 25 tras la supuesta cubrición, y, una vez confirmado el embarazo mediante una ecografía, se le aplicará un tratamiento hormonal, que producirá la reabsorción de los fetos, sin expulsar nada al exterior.