Reproducción de los canarios.
Una de las especies mas populares de pájaros de jaula, su reproducción es fácil si se atiende a sus necesidades.
Entre los aficionados a las aves de jaula, una de las más populares a la hora de intentar su reproducción en cautividad es el canario.
La forma más natural de conseguirlo es en semilibertad, en pajareras o en habitaciones amplias donde puedan volar libremente y en la que conviven varias parejas. En estas condiciones la reproducción se inicia en primavera espontáneamente, y solo tendremos que proporcionarles el material necesario para la construcción de sus nidos. Un macho adulto puede cubrir varias hembras, pero en estos casos no son raras las peleas, y a la larga el número de crías logradas puede ser pequeño.
Controlando la reproducción en jaulones adecuados los resultados suelen ser más satisfactorios. Basta con aislar una pareja, o un macho y dos hembras, en una jaulón de unos 50 cm como mínimo de longitud y 40 cm de altura. Se proporcionarán varias jaulitas para anidar o nidos de pared para que las hembras puedan escoger la que más les guste. En caso de tener varias jaulas de cría, se colocarán de manera que no puedan verse entre sí las distintas parejas, en una habitación preferentemente soleada, con buena ventilación y sin corrientes de aire.
Se recomienda usar machos de entre dos y seis años de edad, aunque no es raro obtener buenos resultados de machos hasta de 8 años de edad, si estos son buenos reproductores y se les deja solo con una hembra.
Los aficionados suelen escoger las hembras según su "árbol genealógico" en función de los resultados que se busquen: ejemplares de canto o con un plumaje determinado.
Para el principiante, lo mejor es empezar con varias hembras, y todas nuevas, de menos de un año de edad, para poder después ir seleccionando las más fértiles o las que atienden mejor a sus polluelos y obtienen mejores camadas: habitualmente se les deja criar hasta los cinco años de edad, pues a partir de esa edad disminuye su fertilidad. Aunque hay hembras que el primer año dan pobres resultados y sin embargo después se convierten en excelentes madres, conviene mas bien seleccionar aquellas que desde el primer momento muestran las mejores aptitudes, dejando a estas otras en la pajarera si no importa que se crucen con cualquier otro macho sano. De esta manera contaremos siempre con ejemplares nuevos para ir sustituyendo a las que no crían bien o se van haciendo mayores.
Para las hembras de estirpes de canto, conviene buscar un macho de la misma variedad, pero si vamos a seleccionar una determinada tonalidad o calidad de plumaje, conviene consultar algún texto especializado o a un experto, pues no siempre conviene cruzar ejemplares de la misma variedad para fijar o reforzar el color.