La cría del Periquito Ondulado en cautividad.

Simpáticas, bulliciosas y perfectamente adaptadas a la cautividad, es fácil hacer criar a estas aves con un poco de atención a sus necesidades básicas y ciertos trucos que estimulan su reproducción.

El periquito es un pequeño lorito procedente de Australia que con el tiempo se ha convertido en una de las más populares aves domésticas. No es difícil conseguir que se reproduzcan con éxito si se dan las condiciones adecuadas.

Muchos criadores les dejan elegir sus parejas juntando varias aves de ambos sexos en un gran jaulón o pajarera en la que se distribuyen varias cajitas anidaderas para que escojan aquella que sea de su preferencia. No obstante, se suelen obtener mejores resultados aislando a una pareja en una jaula grande, de barrotes horizontales, de 50 x 30 x 40 cm como mínimo y disponiendo un par de cajas anidaderas, una en cada extremo. Estas cajas serán de madera, de unos 20 x 12 x 12 cm, con un orificio de entrada de 4 cm de diámetro, y si es posible deberían tener el fondo movible o incluso la parte trasera de cristal cubierto con un fieltro negro para poder ir observando el desarrollo de los polluelos.

Es mejor empezar con ejemplares jóvenes. Las hembras de color verde o amarillo suelen ser las mejores criadoras; el color de los machos no tiene tanta importancia, aunque para principiantes se recomiendan los verdes, azules o amarillos.

Para estimularles a criar suele bastar con aislarlos y darles una alimentación rica en verduras y semillas germinadas, pero si no obtenemos resultados, basta situar la jaula en el exterior, protegida de la lluvia y el frío durante una tormenta, para que se apareen, pues en su Australia natal la temporada de las lluvias precede al apareamiento.

La hembra empezará a pasar mas tiempo en el interior del nido, poniendo un huevo cada segundo día, hasta un total de entre cuatro y ocho. Si queremos que todos los polluelos nazcan mas o menos a la vez iremos sustituyendo los huevos por huevos de piedra para volver a colocarlos todos al final de la puesta. Así evitaremos las diferencias de tamaño entre polluelos, que pueden ser muy grandes. La incubación dura unos 18 días.

Los padres alimentan a los polluelos hasta que abandonan el nido a las cuatro o cinco semanas de edad, y unos diez días después, cuando ya comen solos, se podrán separar.

Los periquitos pueden criar ininterrumpidamente, pero es conveniente establecer periodos de descanso para que no se debiliten y padezcan trastornos o mudas patológicas. Es conveniente retirar el nido desde el mes de agosto hasta febrero o, si siguen intentando criar en ausencia de nido, separando a ambos progenitores durante unos cinco o seis meses.