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Perros y gatos diabéticos

La diabetes mellitus es un trastorno hormonal muy conocido en personas que también afecta a nuestras mascotas.

La "Diabetes mellitus" es una patología bastante común en perros y gatos. Sus síntomas más evidentes son un aumento exagerado del apetito y la sed del animal, acompañados por la producción de grandes cantidades de orina y pérdida de peso acusada.

Como en las personas, la diabetes se produce por una deficiencia total o parcial en la producción de insulina o una pérdida de sensibilidad de los tejidos del organismo al efecto de esta hormona por una serie de causas.

Su incidencia es mayor en perras viejas, gatos castrados y animales obesos, pero debido al gran numero de factores que pueden desencadenar la aparición de una diabetes, no es raro verla también en animales que no pertenecen a estos grupos. También hay razas en las que se observa una mayor predisposición a padecerla, como los Terriers, Caniche, Teckel, Doberman, Pastor Alemán, Cocker Spaniel, Labrador, Golden Retriever, etc.

Atendiendo al origen de la enfermedad, podemos distinguir los casos debidos a una enfermedad pancreática primaria que llevan a una disminución o ausencia de la producción de insulina, y aquellos de origen no pancreático.

En el caso de las perras, uno de los factores desencadenantes más habituales es la producción de otras hormonas que compiten con la insulina, como la hormona del crecimiento producida en exceso por la acción de la progesterona. Debido a esto no es raro que si la Diabetes se diagnostica en sus fases tempranas, una vez estabilizado el animal pueda llegar a desaparecer el problema mediante la esterilización.

En otros casos le enfermedad puede aparecer asociada a un tumor de pituitaria productor de hormona del crecimiento (hasta ahora solo descritos en gatos), a un Síndrome de Cushing, a la aplicación de determinados medicamentos como los glucocorticoides o progestágenos (utilizados para suprimir el celo de perras y gatas) y muy corrientemente a la obesidad.


Los animales diabéticos, además de los síntomas más evidentes de mayor sed, apetito, cantidad de orina, y adelgazamiento exagerado, pueden presentar otros problemas como la mayor susceptibilidad a infecciones, retraso de la cicatrización de las heridas, cataratas (especialmente en perros) o alteraciones nerviosas. En casos complicados puede aparecer el coma por cetoacidosis o síndrome hiperosmótico.


La Diabetes se trata mediante la aplicación periódica de insulina, como en las personas, y una dieta regular. Los perros y gatos correctamente tratados tienen la misma esperanza de vida que un perro sano, aunque se requiere un control periódico por parte del veterinario de las dosis de insulina y niveles de glucosa en sangre y orina.


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