Las heridas de perros y gatos.

Como manejar los pequeños accidentes de nuestras mascotas.

Son numerosas las ocasiones en las que nuestros perros y gatos pueden hacerse heridas de mayor o menor consideración: rozaduras, erosiones, mordiscos de otros congéneres, cortes con trozos de cristal o latas abandonados en sus lugares de paseo, etcétera. A veces una pequeña herida puede resultar muy aparatosa por la hemorragia, con el consiguiente susto del propietario del animal.

La mayoría de estas heridas son de poca consideración, y, a no ser que su extensión, profundidad, o sangrado abundante aconseje una visita urgente al veterinario, pueden ser tratadas en primera instancia por el propietario del animal.

En primer lugar, debemos tratar de lavar la herida con un poco de agua jabonosa y después agua limpia. Si sangra la mayoría de las veces una ligera presión sobre la herida durante unos minutos es suficiente para detener la hemorragia.

En caso de que la herida esté en una zona cubierta por abundante pelo, es mejor cortar este a su alrededor para facilitar su curación evitando pegotes e infecciones.

Si se trata de un corte en las almohadillas, se deberá vendar después de limpiarla para evitar que se ensucie al andar el animal.

Habitualmente la aplicación de una solución de povidona yodada sobre la herida es suficiente para evitar la infección. No es recomendable la utilización de mercromina u otras soluciones dérmicas en zonas donde el animal se pueda lamer, pues su ingestión puede dar lugar a trastornos gástricos o de otro tipo.

Una vez hecha esta primera cura podemos consultar a nuestro veterinario si el aspecto de la herida nos preocupa.

¿Cuándo debemos acudir con urgencia al veterinario?

Como es lógico, si la hemorragia es copiosa y no se puede detener, el caso es urgente. Si la herida está en una extremidad y no para de sangrar, se aplicará un torniquete sobre la articulación superior, teniendo la precaución de aflojarlo de vez en cuando para mantener la circulación de la extremidad hasta que el veterinario pueda atenderlo.

A veces basta con aplicar un vendaje un poco apretado sobre la herida. Asimismo, si la herida es grande o creemos que puede ser profunda, probablemente necesite una sutura para acelerar su curación y evitar infecciones o feas cicatrices.

Todas las heridas por mordedura son heridas infectadas, y aunque no haya desgarros importantes o pérdida de tejidos necesitarán atención veterinaria.

Muchas personas confían en los "poderes curativos" de la saliva de los perros para evitar la infección de sus heridas. El lamido continuo de la herida mantiene esta limpia, siempre que sea superficial, pero también retrasa su pronta curación, pues el animal erosiona continuamente los tejidos de cicatrización. Si una herida no ha curado en 10 días, necesitará probablemente un tratamiento cicatrizante y medidas para evitar que el animal la lama.