Los parásitos internos de nuestras mascotas, un problema de salud pública.
Muchos propietarios no dan importancia al hecho de que sus mascotas pueden albergar en su organismo varias clases de parásitos capaces de causar trastornos importantes en las personas.
Es corriente la visita al veterinario o a la tienda de animales para pedir productos contra las pulgas y garrapatas cuando el propietario de un animal observa estos parásitos sobre su piel. Pero nuestras mascotas pueden albergar en su interior otras clases de parásitos potencialmente mucho más peligrosos tanto para los animales como para las personas.
El hecho de que no los veamos no significa que no estén ahí: algunos simplemente son microscópicos, y otros solo se observan si son expulsados con las heces, cosa que solo ocurrirá si su numero es tan importante que el animal parasitado enferma.
Un solo perro puede albergar entre 200 y 10.000 tenias Echinococcus, causantes de la Hidatidosis o "quiste de perro" en las personas, sin manifestar alteración alguna en su salud. En nuestra región, y sobre todo en el medio rural, esta es una de las enfermedades transmisibles al hombre que aparece con mas frecuencia, debido al habito de alimentar a los perros con vísceras crudas y no desparasitarles periódicamente.
Pero no es la única. La mayoría de las hembras gestantes y cachorros están parasitadas por Toxocaras, las famosas "lombrices", que aparte de causar trastornos en los cachorros pueden contagiar a las personas causando el síndrome conocido como "larva migrante": sus larvas se desplazan por distintos órganos, apareciendo diversas sintomatologías: trastornos sanguíneos, fiebre, dolores musculares o abdominales, tos, neumonía, lesiones oculares, perdida de apetito, y, en niños, trastornos del crecimiento.
Los niños constituyen uno de los grupos de riesgo para este tipo de enfermedades, así como los adultos inmunodeprimidos (enfermos de SIDA, cáncer, o personas que han sufrido un trasplante y toman medicación anti-rechazo), mujeres embarazadas, ancianos y todas aquellas personas que sufran una enfermedad debilitante o desnutrición.
La desparasitación periódica de nuestras mascotas (cada tres meses) es el mejor método preventivo contra estas enfermedades, pero existen además otras medidas a tener en cuenta:
- Recoger las heces de nuestros perros y gatos y tirarlas a la basura o, si es posible, destruirlas por calor.
- Lavarse las manos tan a menudo como sea posible si andamos con animales, y desde luego antes de las comidas.
- No dejar que nuestras mascotas se acerquen a pedir comida a la mesa ni que se suban a las camas o nos laman.
- Lavar y desinfectar aquellas verduras que se consuman crudas.
- Evitar que los niños ingieran tierra o se lleven a la boca juguetes que hayan estado en contacto con arena en parques donde puedan haber estado jugando perros o gatos.
Más información.