El "falso embarazo" de las perras.
Una situación incómoda que no tiene nada de anormal.
Muchos propietarios de perras se ven sorprendidos cuando a su mascota, supuestamente preñada, se le diagnostica un falso embarazo o pseudogestación.
Son muchas las perras (según estudios hasta un 50 %) que después de un celo normal, incluso son producirse monta alguna por parte del macho, presentan todos los síntomas de un embarazo. En casos extremos, llegada la fecha del supuesto parto, la perra empieza a construir un nido donde mantener su camada y adopta un juguete, muñeco, o cualquier otro objeto inanimado, como una zapatilla y le trata como a un verdadero cachorro.
No debemos confundir este comportamiento con un trastorno emocional, se trata de una condición casi "normal", dada la peculiar fisiología reproductora de estas especie. Después del celo se produce en todas las perras una liberación importante de Progesterona, la hormona del embarazo. Tanto es así que es prácticamente confirmar o descartar un embarazo en las perras mediante análisis de progesterona en sangre u orina como se hace en las mujeres, porque preñadas o no, los valores son muy similares. Una vez que empieza a disminuir el nivel de Progesterona, entra en acción la prolactina, hormona responsable de la producción de leche. Es la diferente sensibilidad a esta hormona lo que determina que unas perras lleguen a dar leche aun en ausencia de embarazo y otras no.
Para los propietarios de la perra, en la mayoría de los casos lo más preocupante son los cambios en su comportamiento: apenas quieren salir de casa, están raras y mimosas, y pueden tornarse agresivas si se les intenta quitar su "cachorro". Este comportamiento no tiene importancia clínicamente, y salvo en caso extremos de agresividad no requiere tratamiento, pues desaparece pasadas unas semanas.
Lo que puede requerir tratamiento es la inflamación de las mamas si la producción de leche es lo suficientemente importante, ya que se puede producir una mamitis seria. En este caso el veterinario suministrará un medicamento que detenga la producción de leche, y, en presencia de infección, los antibióticos y antinflamatorios que considere adecuados a la gravedad del caso.
No debemos considerar la pseudogestación una enfermedad: es una manifestación de que la perra tiene una fisiología reproductora normal y puede llevar adelante un embarazo. Pero si los síntomas clínicos llegan a ser importantes, si que deberemos pensar en ponerle remedio, bien dejándole tener un auténtico embarazo de vez en cuando, o, si no vamos a dedicar la perra a la reproducción, mediante la esterilización , que es la única manera de que el problema desaparezca para siempre, o la supresión del celo con anticonceptivos. De esta manera tanto la perra como sus propietarios se evitarán los inconvenientes que esta situación acarrea.