Las pulgas en nuestras mascotas.

De los muchos parásitos que pueden afectar a los animales domésticos, las pulgas se encuentran entre las más comunes y difíciles de eliminar.

Las pulgas son unos insectos parásitos que viven sobre la piel de prácticamente todos los animales. Se conocen unas 2.500 especies, pero entre nuestras mascotas la mas corriente es la conocida como "pulga del gato", algo más grande que la pulga del perro.

Estos nombres nos pueden llevar a confusión pensando que cada especie parasita a un tipo de animal en concreto, lo que no es cierto, pues la pulga del gato afecta tanto a perros como a gatos. En la actualidad, cuando la mayoría de perros y gatos viven en el interior de nuestras viviendas, debemos considerar a las pulgas más un problema ambiental que un problema de higiene del animal.

Efectivamente, estos parásitos se convierten en un verdadero problema cuando se dan las condiciones adecuadas de temperatura y humedad que favorecen su reproducción. Las larvas se desarrollan en alfombras y moquetas, a cuyo fondo no suelen llegar los insecticidas y donde también se acumula la suciedad que les protege y ayuda a nutrirse. Por lo tanto, no es cuestión de estar bañando continuamente a nuestras mascotas, lo cual les puede ocasionar problemas mayores que las propias pulgas, ni de fumigarles con insecticidas que les puedan causar irritaciones u otros efectos secundarios si no tomamos medidas para sanear el ambiente (los insecticidas tópicos matarán las pulgas que tenga en ese momento el animal encima, pero por cada adulto que muera habrá cientos desarrollándose en el medio ambiente).

Las pulgas adultas ponen sus huevos sobre el animal, preferentemente en las horas de reposo, cayendo estos al suelo donde se desarrollarán las larvas. Por tanto, es mayor la acumulación en la cama o zonas donde el animal se tumbe a menudo a descansar. Si la cama de nuestra mascota es de tela o tiene una manta donde tumbarse, conviene lavarla periódicamente en la lavadora a 90º, lo que matará larvas y huevos. También es imprescindible aspirar las alfombras y moquetas y las esquinas de las habitaciones para eliminar el mayor número posible de larvas y huevos.

En la actualidad están dando muy buen resultado los antiparasitarios como el friponil que se aplican sobre la piel del animal en forma de gotas (más cómodos para mascota y dueño). No resultan tóxicos, y su efecto persiste durante casi dos meses aunque se bañe al animal. Así evitaremos que nuestra mascota adquiera las pulgas en sus paseos y las traiga para casa.

Debemos recordar que además de las molestias que la propia picadura de la pulga causa (picores, heridas por rascado, reacciones alérgicas más o menos severas), las pulgas son transmisoras de importantes enfermedades, como la Peste, Tularemia, Bartonelosis, y parásitos como las tenias.