Tumoraciones mamarias en nuestras mascotas.

Como en la especie humana, la detección precoz es la mejor arma contra los tumores de mama.

Las mamas de perras y gatas cumplen la misma función que las de la especie humana y están sujetas a patologías similares, salvadas las diferencias lógicas entre especies. Tanto en perras como en gatas mayores es muy corriente la aparición de tumores en las mamas. Un porcentaje de estos reviste caracteres de malignidad (cáncer), mientras que otros, aun no siendo malignos, causan problemas por su exagerado crecimiento. En todo caso la diferenciación entre unos y otros requiere la realización de una biopsia, y ante la duda, cuanto más precoz sea esta, mayores las posibilidades de supervivencia del animal en caso de ser maligno el tumor.

Es muy importante que el propietario del animal realice una palpación periódica de las mamas para detectar la aparición de cualquier bulto o nódulo anormal. Este examen es muy sencillo, basta con acariciar suavemente las mamas del animal realizando una ligera presión. El examen deberá ser un poco más concienzudo en las últimas mamas de cada lado (inguinales), pues es normal que alrededor de estas exista un "michelín" de grasa que oculte el crecimiento de tumores más fáciles de detectar en glándulas mas adelantadas. Este examen se hará con mayor frecuencia a partir de los ocho años de edad, que es cuando empiezan a presentarse los tumores en la mayoría de perras y gatas, aunque pueden aparecer antes.

No todos los bultos que se pueden detectar en las mamas son tumores, pero es importante consultar al veterinario ante cualquier sospecha, porque igual que en las mujeres, la eliminación precoz de la mama o mamas afectadas puede significar la diferencia entre una esperanza de vida normal o una muerte prematura. Aún así, muchos tumores o hiperplasias benignas pueden requerir también su eliminación: su crecimiento exagerado les lleva a veces a romper la piel y ulcerarse, con la consiguiente infección del tejido mamario, o incluso, aunque no se ulceren, a causar dolores o dificultades para la marcha del animal por su gran tamaño.

Puesto que el crecimiento de muchos tumores mamarios de perras y gatas está directamente influido por los ciclos de sus hormonas sexuales, en aquellas hembras que no se vayan a dedicar a la reproducción tiene un enorme valor preventivo la esterilización temprana (eliminación de los ovarios): las perras esterilizadas antes de los cuatro años de edad presentan una tasa de aparición de tumores en las mamas ridícula en comparación con las perras no esterilizadas. Si la esterilización se lleva a cabo después de los cuatro años, aunque esté recomendada por otras muchas razones, no tendrá significación en cuanto a su prevención.