¿Está sana la dentadura de su perro?
A pesar de su aspecto a primera vista, los dientes de su perro o gato son muy parecidos a los nuestros.
Igual que los humanos, estos animales tienen dos denticiones. La primera aparece a las tres semanas de vida, y a pesar de ser dientes pequeños son extremadamente afilados. Estos dientes temporales o "de leche", se pierden entre los 4 y 7 meses del mismo modo que un niño pierde los suyos. Son reemplazados por dientes grandes y romos, que alcanzan su tamaño definitivo al mismo tiempo que el animal se hace adulto. Estos dientes definitivos le han de durar toda la vida, por lo que es importante mantener una buena salud bucal.
Considere cuán importantes son los dientes de su mascota: el 85 % de los perros adultos padecen periostitis alveolodentaria, una enfermedad que además de causar la caída de los dientes puede destruir parte de la mandíbula y diseminar infecciones hacia otros órganos del animal, como el corazón. Teniendo en cuenta que ahora la vida de nuestros perros y gatos es mucho más larga debido a los mejores cuidados que reciben tanto por parte de sus dueños como de los veterinarios, su dentadura ha de cumplir su función durante mucho más tiempo: es vital mantener unos dientes y encías sanos, como parte importante del bienestar y salud totales de nuestra mascota.
A diferencia de los humanos, estos animales no se cepillan los dientes a diario. Ello favorece la formación de incrustaciones duras de sarro sobre sus dientes, que se acumulan especialmente en la unión con las encías. Con el tiempo se va erosionando la encía, poniendo al descubierto la raíz del diente. Las bacterias presentes en la boca se introducirán en ese hueco causando una infección, y el diente acabará soltándose y perdiéndose. Antes de llegar a este extremo la boca desprende un mal olor que sufren tanto el animal como el propietario.
¿Qué podemos hacer para evitarlo?.
Dieta y dentadura.
En general, los alimentos duros y crujientes ayudan a limpiar la dentadura. Tanto las croquetas para perros como las golosinas especiales para que muerdan ayudan a realizar esta tarea. Está demostrado que los animales alimentados con productos secos y crujientes tienen menos sarro dentario que los que se alimentan con productos húmedos o enlatados. Los huesos duros también ayudan al mantenimiento de la salud bucal, aunque hay que destacar que la ingestión de huesos puede suponer algunos riesgos para el animal: obstrucciones intestinales, heces demasiado duras, etc. Elija un hueso que sea lo suficientemente grande para que el animal no pueda tragarlo, o mejor utilice un hueso de cuero de los que encontrará en las pajarerías.
En cuanto a los cuidados que usted puede darle a la dentadura de su mascota, la semana próxima hablaremos de los métodos más prácticos para mantenerla en las mejores condiciones.
