El
control de la natalidad en los gatos.
La
actividad sexual de nuestros gatos acarrea no pocos inconvenientes
a la mayoría de sus propietarios:
Las
gatas entran en celo aproximadamente cada dos o tres semanas durante
un par de meses dos veces al año (normalmente en Primavera y Otoño),
aunque las gatas que viven en el interior de pisos pueden estar
entrando en celo durante todo el año, ya que lo que les estimula
la aparición del celo es la duración del día, y en un piso, con
las luces encendidas, el día les dura lo mismo durante todo el
año.
Las
gatas en celo experimentan cambios importantes en su comportamiento:
durante unos ocho días se pasarán la noche chillando para atraer
a los machos y adoptarán posturas extrañas. En muchos casos tienen
importantes cólicos de ovarios o matriz, y durante este tiempo
comerán menos y a veces tenderán a orinar fuera en diferentes
partes de la casa.
La
consecuencia lógica es que si no se pone remedio la gata no dejará
dormir a nadie en el vecindario y además al tener muchos celos
seguidos perderá peso y tendrá pero aspecto y pelaje.
Los
machos, por su parte, cuando oyen o huelen a las gatas en celo
empezarán a marcar su territorio con una orina de olor muy marcado,
con las consiguientes molestias para su dueño, e incluso tenderán
a escaparse de casa a la primera oportunidad.
Con
el fin de evitar todos estos problemas, los veterinarios recomendamos
la esterilización de aquellos animales que no se vayan a dedicar
a la reproducción.
Está demostrado que las gatas y gatos esterilizados viven más
tiempo y con menos problemas de salud.
La
esterilización consiste en la eliminación de los ovarios en las
gatas. Habitualmente se elimina también la matriz, pues es un
órgano que solo le serviría para darle problemas en el futuro.
Muchas
propietarias, conocedoras de los problemas que esta operación
causa en las mujeres, son reacias a esterilizar sus gatas pensando
que es malo para ellas. Debemos dejar claro aquí que la gata
no sufrirá ninguno de los trastornos habituales en las mujeres (osteoporosis, depresión, alteraciones hormonales, etc.), sino
que por el contrario, su carácter y vitalidad seguirán siendo
los mismos y su salud general se verá beneficiada.
Otra
de las ventajas de la esterilización, aparte de evitar los inconvenientes
del celo y las camadas no deseadas, es que, si
se realiza a una edad temprana, se reduce casi por completo
la posibilidad de que la gata desarrolle tumores en las mamas,
que aparecen al final de la vida en casi todas las gatas que no
han sido esterilizadas y que requieren la eliminación quirúrgica
de las mamas (y las gatas tienen entre seis y doce mamas, no dos
como las mujeres). Pero si la operación se realiza después de
los 4 años de edad ya no habrá diferencia en cuanto a la aparición
de tumores.
Algunas
personas te dirán que las gatas engordan mucho después de operadas,
pero esto no es cierto: las que engordan
es porque comen mas de lo que deben. Recuerda que tu gata
envejece unas seis veces más rápido que tu y necesitará menos
comida cada año.
¿Y
los tratamientos anticonceptivos?
Efectivamente
existen tratamientos anticonceptivos para administrar a las gatas,
pero en general aportan mas problemas que beneficios. De ninguna
manera recomendamos el uso de pastillas anticonceptivas en las
gatas, pues nuestra experiencia es que los propietarios tienden
a hacer mal los tratamientos y en el 100 % de los casos el animal
acaba con una infección de matríz.
Los
anticonceptivos inyectables son más seguros, pero siempre
y cuando sean administrados al animal por el veterinario y
en el momento adecuado. Aún así, constituyen una solución temporal, para cuando se desea
mantener a la gata un par de años sin criar, pero no para estar
tratando toda la vida al animal.
Si
está claro que no va a volver a reproducirse, lo más adecuado
es la esterilización.
La
castración de los gatos.
Casi
todos los gatos machos que se mantienen en pisos están esterilizados.
Esto
es por que es la única manera de evitar el marcado de los muebles
y las paredes y cortinas con su orina para atraer a las hembras.
Por otra parte se elimina la ansiedad que padecen aquellos gatos
a los que se mantiene enteros (sin castrar) pero no se les permite
el contacto con hembras, y que les lleva a maullar constantemente
por las noches e incluso a estar más nerviosos y agresivos, a
veces con las visitas o incluso con sus propios dueños.
La
castración en los gatos es una operación muy sencilla, realizada
rutinariamente en todas las clínicas veterinarias y casi por completo
carente de riesgos. El gato se recupera muy rápidamente y de hecho
al día siguiente ya se encuentra como si no se hubiera operado.
Tampoco requiere de ningún cuidado posoperatorio por parte del
dueño.